significados de los colores en el aura
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significados de los colores en el aura
Enseñanza 1: Radiación Áurica
El aura astral es el reflejo del ser, espiritual, mental y material, proyectado en el mundo astral.
El aura se refleja en el séptimo plano del mundo astral en correlación con los anales akásicos que se reflejan en el séptimo plano del mundo mental.
El movimiento del Universo genera la vibración creadora y toda vibración creadora tiene un resultado real en el mundo de las formas.
Este resultado es, en el mundo astral, radiación y cambiante color.
Cuando el hombre buscador de los valores psíquicos, empieza a ver una azulada neblina alrededor de los objetos, está viendo el aura astral de las cosas.
Es muy distinta el aura de un objeto o la de una cosa, a la de un ser irracional; y es muy diferente el aura de un ser irracional, a aquélla de un ser humano.
El objeto, la cosa, el mineral, el vegetal no tienen mente propia, sino una mente instintiva que pertenece al espíritu grupal de ellos; por eso su radiación no pasará de ser entre blanquecina y azulada y de muy corta extensión.
El animal tiene ya un aura determinada, de múltiples colores, porque posee una mente instintiva particular.
El aura del hombre, que posee espíritu, mente y materia, es perfecta y únicamente se distingue de la de los ángeles y grandes seres por la extensión.
El aura de Cristo abarcaba todo el mundo.
Desde la antigüedad se rodea a las imágenes de la Virgen María, con una luminosidad azulada. No sólo los cristianos nimbaron de luz a sus santos y los adornaron con la aureola, sino también todas las demás religiones.
La imagen de Buda está siempre rodeada de rayos luminosos y Kalí, la diosa de la Humanidad, está ubicada en el centro de un cielo rojo.
El aura se extiende según la potencia magnética, mental y espiritual desde un diámetro de siete centímetros, hasta alcanzar una de setecientos setenta y siete kilómetros y más; y según la potencia energética y vibratoria del ser, son sus múltiples y cambiantes colores. De acuerdo con su valor material es su disposición radial, desde la forma similar a la imagen representada, hasta el óvalo perfecto.
Es comprensible que el aura personal de cada cosa o ser tienda a formar agrupaciones; ésta no es una ley astral, sino una ley Universal; entonces cada familia, cada agrupación, cada ciudad, cada nación y cada continente tiene su aura característica.
El aura astral es la cédula de identidad de los seres y de las cosas.
Un médico americano ha llegado a constatar que cada ser tiene una distinta y característica radiación mental, la cual al ser captada y registrada, graba la identidad del individuo.
La correcta visión del aura astral es deseable porque ayuda al desenvolvimiento espiritual.
Enseñanza 2: Los Colores Áuricos
El aura tiene un color genérico fundamental similar a los vitreaux de las catedrales, pero los colores, sin embargo, cambian continuamente sobre el horizonte del cuadro áurico.
Es un espectáculo notable ver por primera vez un aura humana, porque, según van cambiando las emociones, los pensamientos y el estado de ánimo del ser, así cruzan por su aura rayos coloríficos que se juntan, se entremezclan y estallan.
Cada pensamiento, cada emoción, cada función subconsciente, cada impulso orgánico, es registrado en el aura. Continuas radiaciones de luz salen del ser humano y se quiebran en colores en su espectro áurico.
Los colores dominantes o fundamentales son: el rojo, el azul y el amarillo. Los secundarios son: el verde, el anaranjado y el violeta, y los colores adicionales son: el blanco y el negro.
El negro en sí no es color, sino la ausencia de todo color. Esto es relativo a este plano, donde al mirar con los ojos físicos, se ve un negro que es carente, relativamente, de todo color, pues hay un negro mucho más intenso.
Lo mismo se puede decir del blanco, que es la síntesis de todos los colores.
Los colores físicos y astrales se entrefunden en el aura, formando un color característico.
El color siempre ha ido estrechamente relacionado con los símbolos religiosos y espirituales; y las instituciones religiosas hasta adoptaron el colorido para lograr un mayor efecto psíquico y moral en sus respectivos cultos.
La iglesia cristiana y especialmente la católica, viste al sacerdote con la dalmática roja en la fiesta de los mártires; con la verde, en el tiempo ordinario del año, en el tiempo del sosiego; de violado, cuando conmemora la pasión de Cristo y los dolores de María; y de oro brillante en las fiestas solemnes y de alegría. Esto indica que los antiguos sacerdotes conocían la influencia de los colores, pues los habían visto en el espectro astral.
¡Cómo no habían de conocer los admirables colores del aura, aquellos artistas clarividentes que crearon los maravillosos vidrios de las catedrales góticas!
Se describirán ahora los diversos colores, según las emociones que los determinan, para tener así una vaga idea de cómo es el aura del ser.
Rojo. Una pasión violenta, una ira irrefrenable, un deseo irresistible, colorean el aura con un rojo morado y, si a estas emociones se une el impulso criminal, se cubre este rojo morado como si se hubiera levantado un denso humo. Pero no siempre el rojo es negativo y malo, porque una noble pasión se pinta de púrpura, así como una noble indignación y un fuerte deseo de bien. Es, además, el color de la sangre, mejor dicho, de la vitalidad de la sangre, símbolo de la emotividad en su más alta expresión; pero, cuando más abnegado y puro se vuelve el amor y las emociones, tanto más se mezclará el rojo con el blanco hasta llegar a un hermoso color rosa pálido, color éste característico de muchas vírgenes.
Azul. La mente, en sus elevaciones hacia el espíritu, suele adornarse con este color; por eso la devoción, el amor al estudio, la cavilación filosófica y el arte de pensar bien en general, colorean el aura con el azul del cielo. Pero la terquedad en las propias ideas, la intolerancia, la fuerte y sostenida separatividad de credo, dan al aura un color pizarra. Asimismo, el noble pensador que se fosiliza en sus ideas, el creyente que se fanatiza en su religión, vibran con color añil.
Amarillo. Este es el color de los grandes y eclécticos pensadores, de los instructores espirituales, de los grandes místicos y de todos aquellos que vislumbran la Sabiduría Eterna.
Verde. Un buen estado de salud, el amor a la naturaleza y a la vida libre de campo, un estado de ánimo sosegado y poco especulativo, visten el aura de verde, que se torna más brillante cuando estas virtudes se acrecientan. Pero el perezoso, aquel que se abandona con peligro de caer en la inercia y en la indigencia, tiene un color aceitunado pudiendo llegar al verde grisáceo, propio de los histéricos y de los envidiosos.
Anaranjado. El hombre inteligente pero que se envanece de su saber, el orgulloso, se adorna el aura de anaranjado. En el soberbio este color toma un tono anaranjado rojizo, mientras que en que se alaba con justa razón, el color es oro viejo.
Violado. Este color acompaña mucho a los artistas y a las mujeres en su aspecto mejor. Denota un conjunto de virtudes trasplantado del mundo real al campo del ideal. Es muy fácil ver este color en los jóvenes que aún no están curtidos por las luchas de la vida y en los ancianos que ya han sosegado sus pasiones.
Blanco. Cuanto más adelantado está el ser, tanto más blanca y brillante es su aura; pero este color nunca falta en mayor o menor proporción en ningún ser.
Negro. El negro acompaña todas las acciones negativas y da mayor realce a los colores malos; pero también un gran dolor, un momento de amnesia, pueden teñir el aura completamente de negro. La depresión, la tristeza y un fuerte desaliento, van acompañados por el gris.
No sólo estos colores se ven en el aura, sino muchos otros que producen las distintas combinaciones.
mas informacion aqui http://www.santiagobovisio.com/esp/libros/curso38.htm
El aura astral es el reflejo del ser, espiritual, mental y material, proyectado en el mundo astral.
El aura se refleja en el séptimo plano del mundo astral en correlación con los anales akásicos que se reflejan en el séptimo plano del mundo mental.
El movimiento del Universo genera la vibración creadora y toda vibración creadora tiene un resultado real en el mundo de las formas.
Este resultado es, en el mundo astral, radiación y cambiante color.
Cuando el hombre buscador de los valores psíquicos, empieza a ver una azulada neblina alrededor de los objetos, está viendo el aura astral de las cosas.
Es muy distinta el aura de un objeto o la de una cosa, a la de un ser irracional; y es muy diferente el aura de un ser irracional, a aquélla de un ser humano.
El objeto, la cosa, el mineral, el vegetal no tienen mente propia, sino una mente instintiva que pertenece al espíritu grupal de ellos; por eso su radiación no pasará de ser entre blanquecina y azulada y de muy corta extensión.
El animal tiene ya un aura determinada, de múltiples colores, porque posee una mente instintiva particular.
El aura del hombre, que posee espíritu, mente y materia, es perfecta y únicamente se distingue de la de los ángeles y grandes seres por la extensión.
El aura de Cristo abarcaba todo el mundo.
Desde la antigüedad se rodea a las imágenes de la Virgen María, con una luminosidad azulada. No sólo los cristianos nimbaron de luz a sus santos y los adornaron con la aureola, sino también todas las demás religiones.
La imagen de Buda está siempre rodeada de rayos luminosos y Kalí, la diosa de la Humanidad, está ubicada en el centro de un cielo rojo.
El aura se extiende según la potencia magnética, mental y espiritual desde un diámetro de siete centímetros, hasta alcanzar una de setecientos setenta y siete kilómetros y más; y según la potencia energética y vibratoria del ser, son sus múltiples y cambiantes colores. De acuerdo con su valor material es su disposición radial, desde la forma similar a la imagen representada, hasta el óvalo perfecto.
Es comprensible que el aura personal de cada cosa o ser tienda a formar agrupaciones; ésta no es una ley astral, sino una ley Universal; entonces cada familia, cada agrupación, cada ciudad, cada nación y cada continente tiene su aura característica.
El aura astral es la cédula de identidad de los seres y de las cosas.
Un médico americano ha llegado a constatar que cada ser tiene una distinta y característica radiación mental, la cual al ser captada y registrada, graba la identidad del individuo.
La correcta visión del aura astral es deseable porque ayuda al desenvolvimiento espiritual.
Enseñanza 2: Los Colores Áuricos
El aura tiene un color genérico fundamental similar a los vitreaux de las catedrales, pero los colores, sin embargo, cambian continuamente sobre el horizonte del cuadro áurico.
Es un espectáculo notable ver por primera vez un aura humana, porque, según van cambiando las emociones, los pensamientos y el estado de ánimo del ser, así cruzan por su aura rayos coloríficos que se juntan, se entremezclan y estallan.
Cada pensamiento, cada emoción, cada función subconsciente, cada impulso orgánico, es registrado en el aura. Continuas radiaciones de luz salen del ser humano y se quiebran en colores en su espectro áurico.
Los colores dominantes o fundamentales son: el rojo, el azul y el amarillo. Los secundarios son: el verde, el anaranjado y el violeta, y los colores adicionales son: el blanco y el negro.
El negro en sí no es color, sino la ausencia de todo color. Esto es relativo a este plano, donde al mirar con los ojos físicos, se ve un negro que es carente, relativamente, de todo color, pues hay un negro mucho más intenso.
Lo mismo se puede decir del blanco, que es la síntesis de todos los colores.
Los colores físicos y astrales se entrefunden en el aura, formando un color característico.
El color siempre ha ido estrechamente relacionado con los símbolos religiosos y espirituales; y las instituciones religiosas hasta adoptaron el colorido para lograr un mayor efecto psíquico y moral en sus respectivos cultos.
La iglesia cristiana y especialmente la católica, viste al sacerdote con la dalmática roja en la fiesta de los mártires; con la verde, en el tiempo ordinario del año, en el tiempo del sosiego; de violado, cuando conmemora la pasión de Cristo y los dolores de María; y de oro brillante en las fiestas solemnes y de alegría. Esto indica que los antiguos sacerdotes conocían la influencia de los colores, pues los habían visto en el espectro astral.
¡Cómo no habían de conocer los admirables colores del aura, aquellos artistas clarividentes que crearon los maravillosos vidrios de las catedrales góticas!
Se describirán ahora los diversos colores, según las emociones que los determinan, para tener así una vaga idea de cómo es el aura del ser.
Rojo. Una pasión violenta, una ira irrefrenable, un deseo irresistible, colorean el aura con un rojo morado y, si a estas emociones se une el impulso criminal, se cubre este rojo morado como si se hubiera levantado un denso humo. Pero no siempre el rojo es negativo y malo, porque una noble pasión se pinta de púrpura, así como una noble indignación y un fuerte deseo de bien. Es, además, el color de la sangre, mejor dicho, de la vitalidad de la sangre, símbolo de la emotividad en su más alta expresión; pero, cuando más abnegado y puro se vuelve el amor y las emociones, tanto más se mezclará el rojo con el blanco hasta llegar a un hermoso color rosa pálido, color éste característico de muchas vírgenes.
Azul. La mente, en sus elevaciones hacia el espíritu, suele adornarse con este color; por eso la devoción, el amor al estudio, la cavilación filosófica y el arte de pensar bien en general, colorean el aura con el azul del cielo. Pero la terquedad en las propias ideas, la intolerancia, la fuerte y sostenida separatividad de credo, dan al aura un color pizarra. Asimismo, el noble pensador que se fosiliza en sus ideas, el creyente que se fanatiza en su religión, vibran con color añil.
Amarillo. Este es el color de los grandes y eclécticos pensadores, de los instructores espirituales, de los grandes místicos y de todos aquellos que vislumbran la Sabiduría Eterna.
Verde. Un buen estado de salud, el amor a la naturaleza y a la vida libre de campo, un estado de ánimo sosegado y poco especulativo, visten el aura de verde, que se torna más brillante cuando estas virtudes se acrecientan. Pero el perezoso, aquel que se abandona con peligro de caer en la inercia y en la indigencia, tiene un color aceitunado pudiendo llegar al verde grisáceo, propio de los histéricos y de los envidiosos.
Anaranjado. El hombre inteligente pero que se envanece de su saber, el orgulloso, se adorna el aura de anaranjado. En el soberbio este color toma un tono anaranjado rojizo, mientras que en que se alaba con justa razón, el color es oro viejo.
Violado. Este color acompaña mucho a los artistas y a las mujeres en su aspecto mejor. Denota un conjunto de virtudes trasplantado del mundo real al campo del ideal. Es muy fácil ver este color en los jóvenes que aún no están curtidos por las luchas de la vida y en los ancianos que ya han sosegado sus pasiones.
Blanco. Cuanto más adelantado está el ser, tanto más blanca y brillante es su aura; pero este color nunca falta en mayor o menor proporción en ningún ser.
Negro. El negro acompaña todas las acciones negativas y da mayor realce a los colores malos; pero también un gran dolor, un momento de amnesia, pueden teñir el aura completamente de negro. La depresión, la tristeza y un fuerte desaliento, van acompañados por el gris.
No sólo estos colores se ven en el aura, sino muchos otros que producen las distintas combinaciones.
mas informacion aqui http://www.santiagobovisio.com/esp/libros/curso38.htm
Última edición por hector el Sáb Feb 07, 2009 1:40 am, editado 1 vez
hector- Jefe Colaborador
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Re: significados de los colores en el aura
[size=18]Ahora si hermanos este tema fue abierto por la razon de que la informacion esta completa.
bien hermanos con referencia a los significados de los colores de el aura el maestro samael en el libro. el significado oculto de los sueños habla de los colores no del aura como esta publicacion que yo hice pero seria importante que ustedes lean esa informacion del maestro samael donde el explica los significados de los colores en los sueño. esa informacion esta en la pagina 10 de el libro. el significado oculto de los sueños,espero que bajen el libro y le den un vistazo.
bien hermanos con referencia a los significados de los colores de el aura el maestro samael en el libro. el significado oculto de los sueños habla de los colores no del aura como esta publicacion que yo hice pero seria importante que ustedes lean esa informacion del maestro samael donde el explica los significados de los colores en los sueño. esa informacion esta en la pagina 10 de el libro. el significado oculto de los sueños,espero que bajen el libro y le den un vistazo.
hector- Jefe Colaborador
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